LA RELIGIÓN: ¿FARSA O ADORMECIMIENTO?
De acuerdo al presente título, nosotros pensamos que los dos conceptos son propios de las religiones.
Bueno, al crecer en una sociedad Católica, tenemos más conocimiento de ésta y por lo tanto hablaremos en base a dicha doctrina.
La Iglesia para nosotros constituye la mayor organización que conjuga la hipocresía de ésta sociedad. Se encargan sólo de adormecernos y en cierto modo a reprimirnos en todo sentido, incluso quieren dominar nuestros pensamientos, en los cuales debemos renegar de nuestra libertad para pensar lo que los curas nos mandan.
Son tantas cosas que se podrían hablar de la Iglesia Católica, que tal vez se hace difícil empezar.
En primer lugar la Iglesia es autoritaria, pues nos quieren manipular desde que somos pequeños, cuando sin tener aún entendimiento de lo que pasa, inculcan que debemos bautizarnos y unirnos a sus filas, aunque ¡claro!, un poco de agua no determina el ser partícipe de tanta mentira. Nos meten ideas de pasividad extrema: “Si te meten una cachetada pon tu otra mejilla”, “Ama a tu enemigos” (¡Qué absurdo!, ¿o sea que debíamos amar a Hitler o a Mussolini o a Abimael Guzmán?). Nos dicen que si somos malos nos iremos al infierno, así logran que los niños crezcan ciertamente atontados y sobretodo, crezcan aterrorizados. No podrán hacer nada que ellos gusten pues tal vez “diosito” se puede molestar y no queremos ir al infierno ¿no?
Dicen también que nunca jamás debemos apoyar o participar en movimientos o hechos de violencia, así los religiosos se convierten en aliados de los estados para que mantengan a la gente adormecida, así consiguen adormecer a la población si es que planean algún levantamiento. “Hijos míos, no se preocupen, sigamos esperando, no apoyemos a la subversión, debemos orar y rogar que Dios frene todo esto, pero no seamos cómplices de esto, mantengámonos unidos y rezando, sólo así hallaremos la salida” (Típico cura)
Es sorprendente cómo nos hemos acostumbrado a hacer todo lo que el clero quiere que hagamos, ir a una misa es cómo si viéramos un ejército de robots, que sólo van a escuchar a un sujeto hablando cosas que durante todo el año repetirá. Nadie cuestiona nada, sólo actúan irracionalmente y tal vez por costumbre al compás de las órdenes del sacerdote. Las religiones sólo buscan adormecer al pueblo oprimido y cansado de abuso, para que no luchen contra sus patrones y autoridades explotadoras. Pero como no podía ser de otra manera, ésta institución al tener un carácter opresor, siempre cae en contradicciones, tratando de adecuarse sólo a sus intereses. A diario escucho que los curas hacen llamados al desarme mundial, pero sin embargo la vez pasada, me causó sorpresa el leer en el “Correo” que altas autoridades eclesiásticas regionales, siempre participan en las graduaciones de nuevos soldados y militares… ¿Y de qué modo?, pues nada más y nada menos que para bendecirlos y encomendarlos a Dios…Interesante ¿no? Y nadie puede negar esto, pues sólo basta buscar informes superficiales y nos daremos cuenta que lo antes enunciado es verdad. Otro dato: en la “Gran Prada Militar” de Fiestas Patrias, en el palco principal, siempre están presentes autoridades eclesiásticas, como por ejemplo el “monseñor” Luis Cipriani (de la Prelatura Opus Dei), quién siempre ha estado involucrado en polémicas relaciones con los gobiernos, especialmente con el del tirano Alberto Fujimori, incluso se atrevió a opinar sobre las violaciones e injusticias cometidas en este período: “… eso de los Derechos Humanos son puras cojudeces”.
Hablan tanto de pobreza y humildad, pero sin embargo todo es falso, las altas autoridades clericales se ahogan en tanto lujo y dinero, incluso se podría pensar que el Papa, defeca en inodoros de oro. En el Vaticano hay un sinfín de dinero, joyas y obras de arte que podrían ser vendidas y así conseguir muchísimo dinero para su “rebaño” que muchas veces se muere de hambre; niñitos con las costillas visibles por la desnutrición; son el contraste ante la opulencia del clero. Ése palito con Jesús crucificado (bastón papal), es de plata, oro y joyas. ¡Que contradicción! Todos los sacerdotes, sólo lucran con la fe. No les basta recibir dinero y tener una condición de gratuidad para todo, sino que siempre van a los poblados más alejados para que la gente pobre (víctimas de su ignorancia y miedo) donen sus pocas monedas, producto de años de esfuerzo, incluso dejando de comer, para así ganarse la simpatía de Dios… ¿plata para ir al cielo?, ¿Acaso pretenden presentarnos A Dios como un capitalista más? El Vaticano siempre habla a los países poderosos para que perdonen sus deudas externas a los países pobres, y sin embargo él tiene su propio banco: “El Banco del Vaticano”, el cual contradictoriamente forma parte del Banco de París (la comunidad que agrupa a las entidades bancarias más ricas y poderosas del mundo), quienes siempre se niegan a la posibilidad de condonar las deudas… ¿Trabajan con el Dios y con el diablo?
Según datos estadísticos, el Vaticano es casi 3 millones de veces más pequeño que el Perú, sin embargo tiene un ingreso anual que equivale a 16 veces más que el del Perú, el Vaticano, tiene un promedio de ingresos de 180 millones de dólares anuales.
Históricamente la Iglesia Católica siempre ha sido cómplice de innumerables atropellos a la dignidad humana. Primero fueron las “divinas cruzadas”, donde en nombre de Dios, mataban a todos aquellos que pensaran diferente o se atrevieran a cuestionar el proceder Católico, incluso el clero vendía a la gente terrenos en el Cielo para cuando muriesen; así acumularon grandes riquezas. Luego vinieron los tiempos de conquista, donde tenían el derecho divino de matar a todos los indios que no creyeran en su “Dios”.
También tenemos el apoyo que brindo el Papa Pío XII a Adolf Hitler, donde incluso, era obligación cantar el himno del partido nacionalsocialista e izar la bandera nazi en todas las iglesias alemanas cuando era cumpleaños del sanguinario asesino.
Durante la época de la guerra civil española (1936-1939), la Iglesia y el estado español se aliaron para apoyar al gobierno en la persecución y matanza de los rebeldes anarquistas que proponían un cambio social más justo, incluso la iglesia pretendía darle la categoría de “Cruzada”.
Bueno esto es algo de historia (como datos de apoyo), pero no sólo queda en recriminar el pasado, debemos actuar en el presente, debemos despertar, no nos dejemos embaucar con falsas promesas de paraísos extraterrenales, esto es sólo una excusa que nos dan para que no luchemos en el presente por nuestra libertad. Los tentáculos del poder y la opresión Católica siempre están en continuo desarrollo, de ahí que existan tantos colegios de carácter religioso o universidades adheridas a tal o cual prelatura de la Iglesia Católica (como la Universidad de Piura o la U. Católica de Lima, respecto al Opus Dei).
Toda institución con injerencia del clero siempre está bajo condicionamientos de todo tipo… cómo vestirnos, qué debemos aprender, y cómo debemos actuar.
Luchemos por una educación libertaria laica. No nos debemos reprimir por las cosas que las instituciones eclesiásticas nos quieren implantar, solo buscan sembrar terror en nuestras cabezas para no despertar y no cuestionar. Nosotros creemos en la liberación del ser humano en su máxima expresión y por ello también estamos en contra de la manipulación que ejerce la Iglesia en la vida de los individuos.
Bueno esto es tan sólo “algo” de lo que podríamos hablar de la “Iglesia Apostólica Católica Romana”, después tal vez seguiremos. Pero lo que creo debe quedar claro es que nosotros no estamos en contra de la Fe y las creencias de los seres humanos, incluso no estamos en contra de aquellos que crean o no en un Dios, esto también es parte de la libertad de cada uno, si creemos en la libertad no podríamos hablar de negarle credos a quien quieran asumirlos. De lo que sí estamos en contra es de todo aquello que nos oprime y pretende reprimirnos, tanto física o mentalmente, por eso estamos en contra de las religiones y sacerdotes que muchas veces sólo buscan poder y dominación.
En una sociedad libertaria, cada uno sería libre de tener su propio credo y manifestarlo, siempre y cuando no vaya en contra de la libertad de los demás. Incluso el creer en un Dios, sirve para muchos en estimularse y seguir en su lucha justiciera.
Además, los que creen en la existencia de Dios, deben recaer en que ellos mismos, deberían luchar por limpiar su creencia de tanta deformación que les ha causado las doctrinas religiosas, destruyéndolas. Si Dios existe nos quiere a todos felices ¿no? Entonces vayamos juntos a luchar por este precepto.
No quiero parecer burlón ni despotricar contra quienes creen firmemente en su fe cristiana, pero creo una cosa: Si Jesús viniese, ahora nos diría “Todo aquel que quiera liberarse del yugo opresor de la Iglesia y de la farsa llamada Vaticano, que tire la primera piedra”, pucha, me imagino a Jesús tirando conjuntamente con mucha gente, al unísono, millones de piedras, que derribarían en contados segundos tanta estafa. Después de todo Jesús fue asesinado por Revolucionario ¿no?..A reflexionar pues…
“No veamos nuestras diferencias, sino nuestras similitudes. Aquéllas similitudes que nos permitan luchar juntos contra la farsa llamada Iglesia”